Manifiesto
En esta página se condensa una propuesta curatorial donde se pone a consideración el archivo como un fin de la producción artística, siendo vital el diálogo alrededor de la memoria.
Esta memoria se construye de forma individual y colectiva. La memoria se forma no solo por experiencias personales e íntimas en un círculo cerrado, sino que también se ve influenciada por la cultura, el contexto y sobre todo por las herencias que recibimos.


Sobre esta creación de enlaces creadas por nuestra mente y vinculado con nuestra memoria llegamos a un terreno hipertextual acudiendo el concepto planteado por George Landow. Obedeciendo a las lógicas de lo técnico, nos vemos colocados en un proceso de cultivo con lo colectivo que va más allá de las interacciones físicas entre humanos para ofrecer el lenguaje nuevo de lo virtual.

Nos vemos inmersos en la búsqueda de una ruptura de barreras y brechas donde un nuevo discurso puede entrar para encontrar otras salidas.
La memoria se hace imprescindible en la construcción de un archivo que constituye un registro de ella. Para Michel Foucault la característica principal del archivo es su capacidad de enunciabilidad , es decir la cualidad del archivo de ser enunciado en un presente y dar declaraciones de un tiempo pasado.

De aquí partimos. Nos paramos en un lugar de enunciación presente que observa un sujeto futuro que revisa en su memoria un archivo de un tiempo vivido. Nos creemos capaces de imaginar a este sujeto que mira hacia el año 2020 con una mescolanza de recuerdos de aquellas vivencias en el encierro y la cotidianidad.

Presentamos un recuerdo de estas memorias acribilladas por las noticias de los contagios y de una cuarentena que parecía no tener fin.
El archivo no es estático. Yace dentro de su materialidad virtual, dinámica e infinita. Los ojos se saturan de imágenes, los oídos perciben nuevos paisajes, y nuestra piel se adapta a la percepción de nuevas sensaciones. Todo esto acaba recogido en una memoria a la que acudir a partir de nuestros recuerdos que pueden ser evocados a partir de una infinidad de sensaciones. Nuestra normalidad se ve afectada y nos obliga a adoptar nuevas lógicas, a hilar nuevas redes de percepción. Redes de vínculos que se entretejen a partir de rutas físicas y virtuales.

Nos convertimos en seres abiertos al acontecer y a las nuevas formas de habitar. Bajo cualquier término, habríamos sufrido un cambio y una sacudida de nuestras realidades.
Aquí podrá revisar un archivo de una cuarentena que se mueve entre el pasado y el presente. Se convierte en una revisión del hoy y de la cotidianidad esencial porque en el supuesto fin de un estado de alerta y de la cuarentena, la memoria que hoy es evocada mañana puede convertirse en hechos no tan palpables e ilusorios. Guash lo describe como una pulsión de muerte siempre latente entre la memoria y el conocimiento.



Los enunciados invitan a ser extraídos de aquellos lugares comunes que hoy más que nunca compartimos con cada persona del mundo: aquí entran esas experiencias vividas, o tal vez percepciones que hemos tenido del mundo, pensamientos flotantes que no han sido aterrizados, identificados y/o nombrados.
La hipertextualidad del medio nos saca de la noción de la linealidad histórica y se sustituye por la idea de la imagen dialéctica de Walter Benjamin. Se carece de una forma definitiva, se observarán procesos y llegaremos a percibir una sensación de lo inacabado.

El recorrido de una casa ficticia tampoco cuenta con una secuencialidad marcada ni con una temporalidad lógica, tampoco con una sensación espacial convencional. Es posible perderse entre las habitaciones y no poder realizar el mismo recorrido dos veces.


Es una apuesta ofensiva en contra del olvido y la amnesia.
Ofrecemos una invitación a ingresar en una casa arbórea y rizomática.
Nos situamos en el lugar de este sujeto creativo que se encierra en una ciudad, en unas calles, en unos muros y en unas ideas que toman forma en las limitaciones de su habitar.
Bajo la idea de una edificación de la memoria, parece pertinente hacer un enlace con la filosofía de Charles Pierce y preguntarse sobre el concepto del índice, algo que marca una relación entre diferentes partes o como ese algo en común que se comparte. Puede llegar a interpretarse como nuestra tendencia a asociar una imagen con un recuerdo. En este caso la imagen, puede ser en efecto una imagen, pero puede ser un sonido, o un olor. Este algo será el índice que nos permitirá crear nuevas relaciones (o recrear viejas relaciones), y nos transporta a un momento quizás archivado en nuestra memoria.
En este recorrido encontrará diversas obras artísticas y procesos creativos de estudiantes de Artes plásticas de la Universidad Nacional, todos realizados durante los meses de confinamiento del año 2020.